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MAR BLANCO: COCINA FUSIÓN, COCTELERÍA CLÁSICA Y HOTELERÍA DE PRIMER NIVEL EN LA LOCALIDAD DE MATANZAS

Una interesante y atractiva alternativa para este verano 2025, es visitar el restaurant Mar Blanco en la costera localidad de Matanzas, en la Región del Libertador Bernardo O’Higgins y a tan solo 2 horas y 30 minutos de Santiago. 

Un espacio inserto en el hotel del mismo nombre que cuenta con todo lo necesario para vivir una experiencia completa, fusionando rica comida, sol, playa, deportes acuáticos, entre muchas otras actividades de interés recreativo.     


Para iniciar este viaje culinario te recomendamos una de las mesas dispuestas en la amplia terraza con vista al mar y probar el pisco sour clásico y balanceado que ofrecen. Un picoteo previo a los fondos es una opción válida donde destacan los camarones apanados rellenos, aros de calamar tempura, mix de empanadas, tabla marina o las papas fritas rústicas.  

También sugerimos el filete de tataky con salsa de aceitunas moradas, una elaboración fresca, distinta y rica en sabor con gruesas láminas de res, alcaparras fritas y una galleta de queso parmesano que aporta crocancia.   


En cuanto a las opciones de plato principal, el restaurant cuenta con una carta variada y con preparaciones que van desde exquisitos pescados extraídos de la costa de O´Higgins como róbalo, corvina o congrio, hasta mariscos tan cotizados como piures, ostiones, locos o erizos. 

La cocina tiene un sello definido donde la fusión de distintos países se hace presente en cada preparación, según comenta el chef peruano Miguel Castro, de vasta experiencia en su natal Lima, Santiago y hoy día en Matanzas. “La idea es ofrecer platos clásicos de la cocina chilena con toques gourmet, pero siempre privilegiando el sabor”, comenta. 

Otro imperdible es el róbalo con habas y salsa ácida. Un corte de pescado fresco, en su punto de cocción que, acompañado de legumbres y unos aros de calamar, acoplan de manera perfecta en sabor y texturas. Además, está el caldo fusión de congrio, una reversión del clásico caldillo, pero que en esta oportunidad se realza con dashi japonés y con un toque de ají amarillo peruano. Una elaboración perfecta y que no falla. 


La repostería en este lugar es algo que resalta por su identidad y frescura. Cada uno de los postres es elaborado en el restaurante, como el brownie, chessecake o la panacota, los que cuentan con una versión propia para sorprender al público.         

Mar Blanco de Matanzas, cumple con ofrecer una cocina fusión honesta y la utilización de productos locales, ingredientes frescos en un entorno privilegiado y aires costeros. Sin duda podrás disfrutar de cocteles clásicos, vinos y espumantes locales, especialmente en la temporada estival que te sorprenderá con la mejor gastronomía de la región de O’Higgins.

Texto: Álvaro Bustos B. 
Fotos: @lamediafoto

ÁLVARO BUSTOS - SANTIAGO

Periodista - Fotógrafo

alvarobustosbarrera@gmail.com

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